Alejandro Sanz: «Toda mi vida consistía en ser el mejor Alejandro Sanz posible y así me olvidé de ser Alejandro Sánchez»

Estimated read time 9 min read

Hace unos días Alejandro Sanz (Madrid, 1968) publicó ‘Palmeras en el jardín’, la primera canción que se adelanta de su próximo disco, aún sin fecha de lanzamiento. Será su estreno con Sony Music y, en palabras de su nueva discográfica, «el inicio de una nueva etapa» a la que llega tras unos meses ajetreados en los que su vida sentimental y su salud mental han sido escrutados hasta el último detalle.

«Nada nuevo», sonríe, resignado, antes de afrontar su eterno retorno al primer plano: «He estado muy tranquilo durante todo el proceso de crear el disco y, cuando me he dado cuenta de que tenía que empezar a hacer entrevistas, me he puesto nerviosito, pero ¿qué es la vida sino comenzar una y otra vez? Tengo la ilusión renovada, equipo nuevo, disco nuevo… Es un momento perfecto para volver a dedicarme en cuerpo y alma a la música».

Cuando llevas 25 millones de discos vendidos y 26 Grammy, ¿aún sientes que tienes cosas que demostrar?El motor de un compositor siempre es demostrarse a sí mismo que puede seguir escribiendo canciones.Me refería hacia fuera. Tengo la sensación de que últimamente no se te concede el mismo prestigio o reconocimiento que hace unos años.No lo sé. Llevo 33 años en esto, en la última gira que hice todo estaba bien y espero que todo siga ahí cuando vuelva [risas]. Lo que pasa es que son etapas, vitales y profesionales, y la percepción de los demás tiene mucho más que ver contigo y con cómo estés tú que con ellos. El último disco [Sanz, 2021] se hizo prácticamente de pandemia, en una situación muy íntima y el momento que yo estaba viviendo se refleja en ese disco que, aunque tiene su cosa, quizás no es el más llamativo, pero, con sinceridad, tampoco me importa mucho eso del prestigio.Esta nueva canción habla abiertamente de tu ruptura con Rachel Valdés. ¿Cómo compaginas utilizar este tipo de situaciones como inspiración con tu intento de mantener en privado tu vida personal?Es que son dos cosas completamente distintas, es como si me hablas de un pintor que hace un autorretrato y lo comparamos con que le saquen en portada en una revista del corazón. No tiene nada que ver. Una cosa es que cuenten tus cosas por morbo para intentar sacarle un rendimiento económico a eso y otra muy diferente es que yo explique mis emociones y mis sentimientos en una canción. No creo que nadie haya escrito una canción en la vida, excepto la famosa inteligencia artificial ahora, que no surja de una vivencia propia. No considero que esta canción sea menos pudorosa que, por ejemplo, cualquiera de Serrat o de Sabina. En cualquier caso, vivimos en unos tiempos donde la intimidad ya no es un valor.A raíz de varios tuits que escribiste sobre tu estado de ánimo, se ha especulado mucho sobre tu salud mental. Tengo una pregunta muy simple, ¿cómo estás?Ahora estoy bien. Y cuando no estoy bien, también está bien no estar tan bien. Quiero decir que, al final, todos tenemos etapas y momentos en los que estamos peor, es inevitable. Lo que me ha pasado en el último año y pico es que yo no estaba acostumbrado a sentir esta especie de agujero en el pecho que me ha acompañado bastantes meses. Siempre he sido un tipo que se levantaba de buen humor y he pasado un tiempo en el que no lo hacía, pero, como información general, ya vuelvo a amanecer contento [risas].Está bien que la gente lo sepa, que luego se preocupa.No, no, tranquilidad. Pero, bueno, es cierto que pasé una etapa en la que realmente me pasaron factura un montón de cosas que había ido haciendo mal durante toda mi vida, sobre todo en la forma en la que me había relacionado con mi carrera. Mi carrera estaba aquí [coloca la mano a la altura de su frente] y yo estaba aquí [baja la mano hasta el pecho]. Todo era cumplir con las expectativas, todo era ser el mejor Alejandro Sanz posible y así me olvidé de Alejandro Sánchez [su nombre real] y de mis necesidades. Entonces, todo eso, junto con lo que pasó durante estos seis meses atrás de la ruptura y demás, creó un cóctel molotov y de repente exploté. Cuando puse ese tuit hablando de cómo me sentía no sabía qué iba a pasar: lo escribí, me acosté y cuando me levanté por la mañana…Se había liado.Parda. Encendí el informativo y salía que había preocupación con mi estado mental y tenía 400 mensajes en el teléfono. Una locura. Me asusté un poco y puse enseguida un tuit diciendo que ya estaba mejor, pero luego me di cuenta que esa experiencia me sirvió para poner límites y ponerme a trabajar en mi salud mental de una manera que no había tenido hasta entonces la valentía de afrontar. Asumí el problema y me puse a solucionarlo.

Crecimos en el mismo barrio de Madrid, Moratalaz, y cuando todo explotó en 1991, con ‘Viviendo Deprisa’, fue un suceso. Las chicas se escapaban del colegio para esperar en tu portal, había fotógrafos todo el día, no podías ni salir de casa… Entiendo que ese cambio repentino pasa factura.En ese disco estuvimos trabajando un año entero pico y pala, parece que explotó de golpe, pero fue un proceso. Empezamos con ‘Los dos cogidos de la mano’, luego vino ‘Pisando fuerte’ y después ‘Se le apagó la luz’, que es cuando realmente explotó aquello. Nos habíamos pateado España entera, emisora por emisora, escenario cutre por escenario cutre, medio local por medio local… Lo que vino de golpe fue la fama, no el éxito. Eso nos lo habíamos currado a tope.Llevas desde entonces bajo la lupa, ¿es sano vivir con ese nivel de fama?Quizás no, pero he tenido que aceptar lo que soy y dónde estoy, con sus cosas buenas y sus cosas no tan buenas. No es algo que yo habría elegido, pero es el precio a pagar y si realmente no quisiera seguir en esto y la música dejara de darme la satisfacción que me da, tengo opciones. Te aseguro que si desaparezco cinco años, estoy sin sacar nada y me dejo la barba más frondosa, se acabó. Nadie me reconocería.Sospecho que no sería tan fácil, tú ya no te escondes.Me arreglo los andares de pato estos que tengo y ya está [risas].¿Piensas mucho en aquellos inicios?Miro mucho hacia atrás, pero sólo para regodearme. No pienso en el pasado para arrepentirme de nada ni para juzgar nada ni para sentirme nostálgico, sino de una forma sana, sin ningún tipo de afección ni para lo bueno ni para lo malo. Valoro haber vivido todo eso, pero no con apego insano. Estamos en una sociedad que idealiza demasiado el pasado. Lo noto mucho con la familia y los amigos, que a la mínima empiezas a hablar en plan «oye, te acuerdas…» y tenemos la tendencia de recordar esas cosas siempre con cierta tristeza, con esa frase famosa de «cualquier tiempo pasado fue mejor». Yo creo que hay que recordar el pasado con alegría por lo bien que lo pasamos, cómo disfrutamos y cuánto aprendimos, pero sin olvidar que ahora estamos aquí y no es peor, ni mucho menos.Tras tantos años como estuviste viviendo en Miami, ¿te sorprende esta España actual tan dividida?No, porque lo que se ha torcido no es España, es el mundo. Procuro seleccionar muy bien cómo me informo porque no quiero que me afecten todo el día la polarización y el enfado general. Si te lees el periódico y ves un informativo por la mañana, a mediodía ya estás completamente hundido. Los frentes son tantos, tan diversos, que no sabe ya uno dónde meter mano e intentar ayudar en lo posible. Por ejemplo, el tema de la inmigración. ¿Sabes lo que pasa? Que la gente compra idearios completos de ciertos partidos o medios de comunicación y, de repente, se ponen en cuestión cosas como esta que yo creía que estaban ya superadas. Hay asuntos que ya no deberían estar ni en la mesa de conversación, con el tema de la inmigración deberíamos ser mucho más solidarios y ser conscientes de que esto no va a parar, que lo que hay que hacer es que funcione. Hay mucha desinformación y la desinformación crea la desconfianza. Es increíble las cosas que se llegan a ver en las redes sociales, cosas que parece imposible que alguien se pueda creer. ¡Ahora de golpe vuelve a haber terraplanistas! Es alucinante.No te olvides de los antivacunas.Tengo una peor. El otro día un amigo se me queda mirando y, sin venir a cuento, me suelta: «El hombre no llegó a la Luna». ¡Pero esto a qué viene ahora! Son ganas de pelear [risas].En esta nueva etapa ¿te marcas objetivos?No, yo ya como el Cholo Simeone, partido a partido. Ahora mismo estoy en esta entrevista, luego vendrá la presentación del disco, después llegará un concierto… El objetivo es disfrutar mucho y estar bien. En este momento de mi vida, no pretendo más que eso.

You May Also Like

More From Author

+ There are no comments

Add yours